Lo primero que tenemos que decir es que no todas las personas con hipertensión pulmonar requieren de oxigenoterapia.
¿Qué es la oxigenoterapia?
Es un tratamiento médico con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con diagnóstico de insuficiencia respiratoria (no todas las personas con hipertensión pulmonar presentan insuficiencia respiratoria).
¿Si me cuesta respirar porque tengo falta de aire o disnea es insuficiencia respiratoria? No. Para saber si una persona presenta insuficiencia respiratoria es necesario realizar una gasometría arterial (mediante un análisis de sangre de la arteria medir el oxígeno que hay en la sangre).
¿Para qué se pauta la oxigenoterapia?
Presentar bajos niveles de oxígeno en sangre arterial puede traer complicaciones para la salud asociadas a la falta de oxígeno. De esta forma una pauta correcta de oxigenoterapia puede mejorar la calidad de vida y la supervivencia.
Para que el tratamiento sea efectivo y se alcancen los beneficios es importante que su empleo se realice correctamente siguiendo las pautas del médico que lo ha pautado, tu neumólogo. Las indicaciones generales son 16 horas al día, incluyendo la noche.
Contenido elaborado a partir del material divulgativo de SEPAR y NEUMOMADRID.
A continuación, encontrarás las preguntas frecuentes de las personas con tratamiento de oxigenoterapia. Estas preguntas han sido contestadas por el Dr. Salvador Lobato, neumólogo y colaborador de la Asociación Nacional de Hipertensión Pulmonar.
Si el oxígeno lo tengo pautado en 2 litros, en reposo. ¿Cuándo salgo a la calle lo tengo que subir?, ¿Hasta cuánto lo puedo subir?
Normalmente cuando se hace algún tipo de actividad física, la saturación de O2 baja en proporción con el esfuerzo que se realiza. Siempre se recomienda aumentar el flujo de O2 en estas situaciones. Empíricamente podemos aumentar 1 ò 2 L/min al ir caminando, aunque lo ideal es tener un pulsioxímetro y seleccionar el flujo de O2 que consiga mantener la saturación por encima de 90%. Ten en cuenta que si te paras a descansar, deberás reducir el flujo de O2 a los valores iniciales. Ten en cuenta también que si usas concentradores portátiles a pulsos, la regulación de O2 no es en litros, sino en pulsos, y que los equipos de mayores prestaciones que tenemos en el mercado solo llegan a 3 L/min. Estas consideraciones son igualmente aplicables cuando realizas ejercicio físico dentro de casa, por ejemplo, si usas una bicicleta estática.
¿Por qué algunas máquinas de oxígeno portátiles no tienen suero para humidificar?
Humidificar el aire que respiramos es algo deseable. Pero hay que saber que para que el aire sea más húmedo hay que calentarlo. La capacidad del aire de llevar agua en su interior (o lo que es lo mismo, que esté más humidificado) depende de su temperatura. Por eso los vasos con agua acoplados a los equipos de oxigenoterapia, tanto fijos como portátiles, no tienen sentido. El O2 es un gas frío y seco y aunque le hagamos pasar por un depósito con suero, no se va a volver más húmedo, solo te alegrará el ambiente con su burbujeo.
En función del estilo de vida del paciente, ¿se puede prescribir una máquina u otra?
El estilo de vida del paciente, sus costumbres y hábitos de ocio, sociales o laborales, junto a las necesidades de O2 del paciente, condicionan el tipo de máquina de O2 que necesitas. Algunos ejemplos: Si mantienes una actividad prolongada fuera de casa, necesitas un concentrador eléctrico portátil que puedas ir enchufando a lo largo del día. Si tu actividad es más recortada, puedes utilizar un concentrador de menores prestaciones y autonomía. Si viajas y vas a dormir fuera de casa, necesitaría un concentrador que funcione a flujo continuo, además de a pulsos, ya que los pulsos no se pueden usar por la noche. Si no toleras el O2 a pulso, tienes que usar equipos que funcionen a flujo continuo. Si necesitas más de 3 L de O2, los concentradores portátiles no son útiles, porque no son capaces de dar ese flujo de O2. En ese caso solo servirían los equipos de O2 líquido, que a su vez tienen una duración más limitada. Todas estas consideraciones son necesarias valorarlas antes de decidir qué máquina es la más adecuada para el paciente. Y cuando se elige una máquina determinada, no debe ser por capricho, sino porque es la que te puede beneficiar.
Si tengo pautado el oxígeno 24 horas o más de 16 horas, si veo que la saturación la tengo por encima de 91-92% SO2 ¿me lo puedo quitar?, ¿Hasta cuánto tiempo puedo estar sin ella?
Cuando se prescribe O2 correctamente, debe utilizarse el nº de horas que te han recomendado, con un flujo que garantice la SO2 que debes mantener. Si te han dicho que debes mantener una SO2 entre 92-96%, no te lo deberías quitar si tienes 91-92%. En pacientes con tendencia a retener CO2, la recomendación es no tener una SO2 mayor de 92%, en ese caso, si superas este límite, deberías bajar el flujo de O2.
Si tengo el oxígeno pautado las 24 horas a 2L en reposo, ¿por la noche tengo que subirlo?
No. Por la noche hay que mantener el O2 al mismo flujo que tengas pautado durante el día. Hay estudios que demuestran que subir el O2 por la noche empeora tu respiración, aumenta el CO2 en la sangre y es contraproducente para tu salud.
Que diferencia en nuestros pulmones hay entre el oxígeno de los concentradores fijos y el de los portátiles.
Ninguna. El O2 es exactamente igual independientemente de que provenga de una fuente fija o de un portátil. Ambos equipos están calibrados para producir O2 con una pureza del 93-95%.
¿Se puede dormir con el oxígeno portátil?
La mayoría de portátiles funcionan a pulsos y no se puede dormir con ellos. Cuando dormimos la respiración se vuelve irregular y no tiene la capacidad de disparar los pulsos de la máquina, es decir, estarías toda la noche sin O2. Solo se puede dormir con portátiles que funcionan en modo continuo.
¿Qué diferencia hay entre las portátiles que suministran el flujo de aire continuo o por pulsos?
El flujo continuo implica que el paciente recibe el O2 tanto durante la inspiración como la espiración de forma pasiva, es decir, no tiene que hacer nada para que le llegue el O2, solo respirarlo. En el caso de aparatos de O2 a pulsos, el paciente tiene que realizar un esfuerzo para coger el O2, el concentrador tiene que detectar este esfuerzo y liberar el O2 durante la mitad o algo más de la inspiración. El resto del tiempo, el concentrador no libera O2. Si el paciente no es capaz de activar el concentrador, no recibirá nada de O2. El sistema de pulsos está diseñado para aumentar la duración del portátil ya que ahorra el O2 que se perdería al ambiente durante la espiración.
Si el médico nos manda una de flujo continuo, podemos elegir que máquina queremos, ya que las hay que pesan mucho y otras que casi no pesan.
Los concentradores portátiles que funcionan a flujo continuo pueden pesar más o menos dependiendo de la capacidad que tengan de producir O2. Si solo producen 1 L/min serán más ligeros que si producen 2 ó 3 L/min. Las mochilas de O2 líquido las hay que pesan más y que pesan menos, y eso depende de la capacidad. Si solo llevan 1 L de O2 líquido pesará menos que si lleva 4 L, eso sí durará muy poco tiempo. Las máquinas no se eligen por el peso. Se elige aquella que cubre las necesidades del paciente.
¿Qué diferencia hay entre las portátiles con oxígeno líquido y las que no?. ¿Cuáles son más efectivas?
No es cuestión de efectividad. Son diferentes. Los concentradores portátiles no son capaces de dar más de 3 L/min por lo que no pueden utilizarse en pacientes que requieren flujos mayores. En esos casos se utilizan los equipos portátiles de O2 líquido, que pueden dar O2 por encima de 3 L/min. El tema es que el O2 líquido está almacenado en mochilas de determinada capacidad que tienen una duración limitada según el flujo programado y el tamaño de la mochila. El concentrador portátil, por el contrario, tiene que fabricar el O2 sobre la marcha y esto es un proceso que lleva un tiempo, por eso la limitación con la tecnología actual de poder dar más de 3 L/min. Y eso explica también que el tamaño y peso sean mayores en los equipos de mayores prestaciones.
Las máquinas portátiles de oxígeno líquido, ¿Qué hacer si se congela y no carga? ¿Qué hacer si estoy fuera de casa y no funciona porque se ha congelado? ¿Puedo elegir por otra y cambiarla que no sea oxígeno líquido?
El O2 líquido se prescribe cuando necesitas flujos de más de 3 L/min. Los concentradores portátiles no pueden dar ese flujo a día de hoy, por lo que si este es tu caso, no hay posibilidad de cambio ya que no te valdría un concentrador portátil.
Para evitar los problemas de congelación, la mochila tiene una válvula que cada 20-25 segundos hay que abrir y cerrar, la válvula de venteo se llama. Cuando se queda congelado, se recomienda verter un poco de agua donde están las dos bocas pegadas, hasta poder retirar la mochila del bidón. NO hay que tirar para desencajarla ya que se puede romper, saliendo el O2 líquido congelado que puede generar quemaduras.
¿Se puede viajar en avión si se tiene pautado el oxígeno?, ¿Cómo lo tengo que gestionar?
Los concentradores portátiles son la única fuente de O2 permitida dentro de los aviones. Cada compañía aérea tiene sus propias normas y es necesario enterarse bien si te van a dejar viajar o no y con qué equipo de O2, porque es una opción de la compañía dejarte o no. Te pedirán informes médicos y tu médico deberá rellenar un formulario específico de la compañía aérea. Si viajas en España, ponte en contacto con tu empresa proveedora de oxígeno y ellos te darán la solución más adecuada a tu caso. Si pretendes viajar al extranjero, necesitarás O2 para el vuelo y durante tu estancia. Esto es un servicio no cubierto por la sanidad pública, y lo más directo es comentarlo con la embajada del país al que vas a viajar. Allí te dirán qué compañías proveedoras existen en el país donde quieres viajar, los trámites que debes realizar y el precio que vas a tener que pagar.
Si tengo una segunda residencia en otra comunidad autónoma, en donde paso pequeños periodos de tiempo, ¿puedo solicitar que me habiliten un concentrador en la segunda vivienda?, ¿Cómo lo debo gestionar?
Háblalo con tu compañía proveedora. Ellos te ayudarán a encontrar la mejor solución. Es posible que un concentrador portátil a flujo continuo pueda satisfacer tus necesidades de O2 esos pequeños periodos de tiempo en la otra comunidad autónoma. Es posible que tu compañía proveedora trabaje en ambas comunidades autónomas y entonces, todo será mucho más fácil.